Plantear problemas reales al alumnado con altas capacidades

Nuestro mentor Joseph Renzulli trabaja en la investigación y mejora de los procesos de enseñanza-aprendizaje con el alumnado con altas capacidades desde los años 70 (¡se dice pronto!). En esta entrada explicamos alguna de las implicaciones más importantes de su modelo triádico de enriquecimiento. En concreto: por qué los educadores deberíamos plantear problemas reales al alumnado con altas capacidades y cómo lograr hacer esto.

Este artículo escrito en 1982 y titulado Qué hace que un problema sea real: abordando el elusivo significado de la diferenciación cualitativa en la educación del alumnado con altas capacidades*, es fundamental para entender la concepción que Joseph Renzulli tiene de la intervención educativa. El autor analiza en su escrito qué características presenta el enfoque tradicional o al menos “más habitual” del proceso de enseñanza-aprendizaje para después definir y fundamentar cómo él considera que debería ser la atención educativa verdaderamente ajustada a las necesidades del alumnado más capaz.

Para Renzulli, el rol del estudiante en el enfoque tradicional es esencialmente pasivo. Las programaciones didácticas son desarrolladas desde lo que el autor denomina “aproximación de las 4 P’s”: toda lección es normalmente Prescrita (elaborada previamente) y posteriormente Presentada por el profesor a sus estudiantes. Adicionalmente, tanto los Procesos (esto es, la metodología de trabajo) como los Productos (trabajo o entrega final requeridos) son igualmente Predeterminados (definidos por el profesor).

Por tanto, en dichas programaciones didácticas, el conocimiento (véase contenidos) son habitualmente abordados de forma lineal y secuencial. Incluso los mejores libros de texto o guías curriculares lo que suelen hacer es presentar a los alumnos hechos importantes, conceptos clave y algunos principios subyacentes. Esta información deberá ser “ingerida” por el alumnado al que posteriormente se le pedirá que “haga algo” con dicha información a fin de que pueda demostrar que realmente la ha comprendido (p. ej., responder determinadas preguntas, discutir algún tema crítico o preparar un proyecto).

Pese a lo que pueda parecer, Joseph Renzulli valora el enfoque “tradicional”. Lo considera necesario y, en muchos sentidos, óptimo. No en vano, entiende que ese “descubrimiento guiado” que defiende dicho enfoque es una muy buena forma de ayudar a nuestros estudiantes a comprender cosas; a comprender, dicho en pocas palabras, el conocimiento ya existente.

Sin embargo, para el autor este modelo dista mucho de ser perfecto y ve necesario complementarlo y contrastarlo partiendo de tres consideraciones fundamentales:

Consideración A: Todo conocimiento es importante pero lo será solo para algunas personas, en determinados momentos y bajo determinadas circunstancias. El conocimiento se convierte por tanto para alguien en particular en algo “real” cuando esa persona y no otra “necesita” esa información. La consideración de conocimiento importante sería por tanto estrictamente coyuntural.

Consideración B: La existencia misma del ámbito de las altas capacidades, que se sustenta a su vez en dos premisas fundamentales:

Premisa 1: la naturaleza no ha hecho a los seres humanos copias al carbón. Los seres humanos no somos idénticos, nos diferenciamos los unos de los otros.

Premisa 2: la civilización ha producido sistemáticamente hombres y mujeres que se han distinguido precisamente por ir más allá de la mera réplica del conocimiento ya existente. Las personas son capaces de generar nuevo conocimiento.

Consideración C: El ámbito de las altas capacidades tradicionalmente no ha “glorificado” a los copiadores o replicadores del conocimiento sino que más bien se ha focalizado de una u otra forma en las personas que han dedicado su tiempo a desentrañar los problemas aún sin resolver de la humanidad.

Con estas tres consideraciones en mente, el autor introduce el concepto de problema real y explica cómo entiende él que debería de ser planteado en la escuela:

  • Un problema real es algo significativo para una persona determinada en tanto en cuanto existe una relación ya sea emocional o intelectual entre ambos.
  • Un problema real no tiene una solución previa o no tiene una única solución a priori.
  • El mero hecho de llamar a algo “problema” no lo convierte per se en un problema real para un alumno o grupo de alumnos en concreto.
  • El objetivo de enfrentarse a un problema real es generar algún tipo de cambio o contribuir de alguna forma a las ciencias, artes o humanidades.

En el contexto de los problemas reales, ni los contenidos ni los procesos deberían ser -por definición- establecidos con antelación. Si no estaríamos ante una nueva forma de “mero” entrenamiento o simulación. No en vano y a tenor de las tres consideraciones anteriores, el alumnado con altas capacidades debería ser expuesto en la medida de nuestras posibilidades a problemas reales. No siempre, ni de forma indiscriminada pero sí de forma intencional y sistemática. Una forma eficiente de lograr esto es mediante la puesta en marcha de aulas de enriquecimiento en el centro educativo.

Y es que una de las consecuencias más importantes de este enfoque es cómo afecta al protagonismo sustentado por profesor y alumno. El profesor deberá saber conjugar el rol principal y de “guía del descubrimiento” con el de “mero” facilitador. Como facilitador que ayuda al alumno a crear “nuevo conocimiento” deberá potenciar tres responsabilidades: el de especialista en gestión de recursos, el de “asistente metodológico” y el de conseguidor de audiencias del ámbito real. Esto último con vistas a lograr una evaluación auténtica del trabajo realizado por el estudiante. Y es que el profesorado del alumnado con altas capacidades no debería aspirar en ningún caso a convertirse en un verdadero especialista o experto en cada una de las múltiples y variadas áreas del conocimiento susceptibles de ser trabajadas por sus alumnos. Exigirle esto sería verdaderamente injusto. Por el contrario, al profesor se le debería exigir verdadera competencia en lo relativo a formas de organizar el trabajo, gestión de recursos humanos y materiales, métodos de investigación y análisis de datos, y a formas de procesar y compartir los hallazgos con otras personas a las que les pueda resultar igualmente significativo nuestro problema real, es decir, una audiencia real.

Si lo deseas puedes seguir profundizando mediante la lectura del artículo original (en inglés) aquí.

Centro Renzulli

 

*Artículo original: Renzulli, J. S. (1982). What makes a problem real: Stalking the illusive meaning of qualitative differences in gifted education. Gifted Child Quarterly, 26(4), 147-156.