La alta capacidad intelectual en la prensa (1)

En el Centro Renzulli celebramos el enfoque y las aportaciones hechas por distintos expertos en el artículo del pasado 27 de abril del portal El Diario. En dicho artículo se pone de manifiesto varias consideraciones que los profesionales del Centro Renzulli compartimos y que desafortunadamente son obviadas demasiado a menudo por algunas personas (incluidos algunos colegas).

Hoy quisiéramos abordar la primera de estas aportaciones recogidas en el artículo:

“El Cociente Intelectual no es una vara de medir” o dicho de otro modo: la obsolescencia del criterio meramente cuantitativo como condición sine qua non para el diagnóstico.

Aferrarse al tradicional “CI 130” es problemático principalmente por dos razones. Primero por la excesiva simpleza (que algunos prefieren tildar de “sencillez”) de este criterio que obvia muchísimas otras facetas de la alta capacidad intelectual. Y segundo por la errónea presunción de exactitud que este procedimiento lleva aparejado y de la cual mucha gente no es consciente (sobre todo aquellas personas que no cuentan con formación especializada). Esto se hace especialmente palpable y sangrante cuando el profesional interpreta el criterio “CI 130” de forma categórica como “se tiene” o “no se tiene” o como “se alcanza” o “no se alcanza” determinado listón.

A modo de ilustración: De un sujeto que obtiene una puntuación de 130 en por ejemplo la variable inteligencia general, en realidad lo que estrictamente se está afirmando es que hay un 95% de probabilidades de que la puntuación verdadera de este sujeto se sitúeentre los valores 121 y 135 (este ejemplo error de estimación corresponde de hecho a un instrumento real).

Por último, desearíamos que quedara claro que con estas objeciones no pretendemos afirmar que la evaluación mediante la aplicación de pruebas denominadas objetivas sea inadecuada. Lo que aquí se defiende es la necesidad a la hora de evaluar de no obviar otras muchas facetas que, si bien restan “simpleza” y “concreción” a la evaluación por no sustentarse en un único y aparentemente bien definido constructo como es el Cociente Intelectual, dotan a cualquier proceso valorativo de una riqueza y rigurosidad mucho mayores.

 

Centro Renzulli

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