Aulas de enriquecimiento: algunas claves

La puesta en marcha de aulas de enriquecimiento es una de las tres medidas nucleares de intervención educativa previstas en nuestro Plan POTENCIA para centros escolares. A esta medida habría que sumarle otras dos igualmente fundamentales: la diferenciación curricular ordinaria y la aceleración curricular.

¿En qué consiste dicha intervención? En el Centro Renzulli no hemos inventado la rueda ni mucho menos pero nos esforzamos por que los centros escolares puedan incorporar y hacer suyas determinadas metodologías de enseñanza avaladas por la evidencia empírica. A nivel práctico, este aula implica trabajar con de 10 a 14 alumnos cuyas fortalezas hayan sido previamente identificadas, en sesiones semanales de dos horas y de una forma en cierta forma similar a la del aprendizaje basado en proyectos.

A continuación introducimos tres características básicas de nuestra propuesta:

1. La asistencia a dicho aula es un derecho y no un premio o algún tipo de reconocimiento. Es una respuesta a una necesidad real del alumnado. Respuesta que no en vano viene perfectamente recogida en la actual normativa educativa. El hecho de que los alumnos se diviertan, aprendan y se sientan a gusto es fundamental, por eso entendemos (en parte) que algunas personas perciban este derecho como un premio. En cualquier caso se trata de una medida necesaria y que debe quedar reflejada en el Plan de Atención a la Diversidad del centro educativo.

2. Diferenciación constante: hablamos de alumnos cuyas edades cronológicas difieren (2 o 3 cursos mezclados en función de la etapa escolar), con ritmos de aprendizaje y de trabajo distintos y, por tanto, con necesidades psicoeducativas diferentes (en el más amplio de los sentidos). En contra de la visión popular, el grupo tradicionalmente denominado como “con altas capacidades” es en realidad un grupo verdaderamente heterogéneo (a nivel cognitivo, social y emocional).

3. Desde el punto de vista instructivo, la intervención se enmarca dentro del modelo Triádico de Joseph Renzulli. Los alumnos trabajan por ámbitos de interés y aplican metodologías de trabajo propias del mundo real para investigar y desarrollar productos o soluciones originales aunque siempre acorde a su nivel de desarrollo y capacidades.

Como puede apreciarse, no se trata por tanto de una propuesta basada en recetas sino en recursos y principios de actuación bien definidos y alineados con las necesidades evidenciadas empíricamente del alumnado con capacidad superior. Estamos hablando de una metodología que incentive el uso de procesos cognitivos complejos (identificación, contrastación, diseño…) y que además sea especialmente atractiva y significativa para los propios alumnos. Sin embargo, es necesario remarcar que el aula de enriquecimiento no es una respuesta mágica y definitiva a todas sus necesidades. Si bien ofrece muchas posibilidades en manos de un buen especialista bien formado, a menudo se hace igualmente necesario intervenir a otros niveles.

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